La persistencia: una actitud que ayuda al emprendedor
Hoy vamos a conversar sobre la perseverancia y cómo la persistencia en la búsqueda de las metas ayuda a lograr los objetivos y es una actitud que ayuda al emprendedor.
“La perseverancia no es una carrera larga. Es una serie de carreras, una tras otra.”
¿Cómo ayuda la persistencia al emprendedor?
De acuerdo con la Real Academia Española (RAE), nuestro usual referente, perseverar es:
"Mantenerse constante en la prosecución de lo comenzado, en una actitud o en una opinión"
Ser perseverante implica ser constante en el logro de tus objetivos.
Sabemos que esto no es sencillo. A lo largo de nuestros caminos hacia las metas que nos trazamos, encontramos distracciones y obstáculos. Ambos, amenazan con desviarnos o detenernos. Ser persistente es aprender a ignorar las distracciones y superar los obstáculos, colocando la vista en la meta.
A lo largo de nuestro camino por el mundo del emprendimiento, más de una vez nos encontramos en la tentación de “tirar la toalla”, entendiéndose por esto, rendirnos, o dejar de esforzarnos por llegar a la meta. Abandonar la pelea.
Otra expresión popular también dice “El que persevera triunfa”, siendo lo opuesto a “tirar la toalla”. Implica permanecer en la pelea, dando de nosotros el mejor esfuerzo posible.
El emprendedor que diga que nunca ha sentido este llamado a abandonar, o nos está metiendo cuento, o tiene muy poco tiempo transitando este camino, porque tarde o temprano, en algún momento, esta duda aparece. Y cuando esta tentación aparece, la vencemos con la perseverancia.
La persistencia: una actitud que ayuda al emprendedor
Ser perseverante implica un esfuerzo continuo. Exige algunas veces dejar comodidades, porque tal vez preferimos disfrutar un momento de placer en lugar del esfuerzo que nos exige seguir en nuestra ruta hacia los objetivos planteados, pero el logro de la meta exige seguir remando para avanzar. Nos obliga a dejar pasar la oportunidad de satisfacciones inmediatas, por la consecución de satisfacciones mayores a más largo plazo. Por eso la persistencia es una actitud que ayuda al emprendedor.
Ser perseverante implica superar las consecuencias de nuestros errores y fracasos. Exige tragar grueso cuando equivocamos camino y realizar el esfuerzo que es necesario para ajustar el curso y volver a estar en el rumbo adecuado. A veces debemos tragarnos el orgullo. Necesitamos la humildad que implica reconocer que nos equivocamos y la flexibilidad para asumir los cambios necesarios.
Sabemos que el éxito no se logra de la noche a la mañana. Tampoco se logra porque afirmamos que lo queremos lograr o porque enunciamos la meta. Todos esos argumentos motivacionales según los cuales con sólo visualizar tu meta o decirla como un mantra en voz alta te garantiza el logro de ésta, lamento decirte que no son reales. Esos mantras no son los que te acercan a la meta. Esos mantras, si acaso, se constituyen en la motivación que necesitas para perseverar en el esfuerzo que es necesario para lograrla. Solo la afirmación, por si misma, no tiene ningún efecto. Es tu esfuerzo y tu trabajo lo que te mueve hacia adelante. Si la afirmación te ayuda a mantenerte activo, pues dale, utilízala como recurso motivacional. Pero no te confíes en ella como el recurso para llegar.
Como el éxito en la consecución de tus metas no se logra de la noche a la mañana, podemos realmente decir que el éxito es la acumulación en el tiempo de muchos logros consecutivos que te dirigen al destino deseado.
Por eso, me gustó mucho la frase de Walter Elliott con que inicio este artículo “La perseverancia no es una carrera larga. Es una serie de carreras, una tras otra”. Eso significa que cuando perseveras realmente estás logrando dar pequeños pasos. Cada uno de ellos es un logro. La perseverancia del emprendedor lo ayuda a lograr los objetivos
Divide las metas en pasos pequeños
Cuando tenemos una meta a largo plazo, es más fácil alcanzarla cuando la desmenuzamos en pequeñas acciones que nos llevarán hacia ella, y definimos cada una de estas acciones en una sub-meta, un pequeño objetivo en si mismo. Por una parte, eso hace más fácil visualizar el esfuerzo requerido en el corto plazo y nos hace sentir un sacrificio o esfuerzo menor, el cual percibimos como realizable.
Cada sub-meta cumplida es un paso. Y la acumulación de pasos continuos en la misma dirección conduce a la meta.
Ser perseverante no significa que no hay caídas o que no te detengas a veces en el camino.
En mi caso con este blog, aunque he tratado de ser constante siempre y escribir cada semana (inicialmente dos veces por semana y ahora, una vez por semana o quincenal), reconozco que algunas veces no he publicado el artículo correspondiente. Por diversas razones. Algunas veces, la vida y sus situaciones, se interpuso y tuve que dar prioridad a otras áreas de mi vida personal o familiar. Otras veces, por más esfuerzo que hice en encontrar un tema adecuado y motivante para ti, no lo conseguí. En consecuencia algún jueves no recibiste mi email anunciando mi publicación semanal.
Sin embargo, el truco está en no sentirme frustrada ni culpable por esas paradas en el camino, o por verme obligada a tomar una pequeña desviación. Lo importante es saber cuál es la meta y ser capaz de retomar el camino adecuado, con entusiasmo y sin lamentos y sin sentimientos de culpabilidad. Y siempre trato de enfocarme en ser perseverante, porque esta actitud ayuda al emprendedor.
Cuando tienes apoyo, es más fácil seguir adelante
El camino se hace más alegre y sencillo cuando lo compartes con alguien que te apoya cuando tienes tropiezos y te ayuda a levantarte, te anima cuando tienes menos motivación y te celebra cada pequeño triunfo. Algunas veces, también, puede aconsejarte cómo caminar mejor.
El contar con lo que en inglés llaman un “accountability partner”, que lo he traducido como “socio de responsabilidad” (aunque no me gusta 100% esta traducción), te ayuda a mantener la motivación. Cuando la motivación interna no es suficiente, la obligación de rendirle cuentas a alguien hace las veces de motivador (un poco más duro, tal vez, pero motivador al fin).
Cuando somos emprendedores de un solo trabajador y no tenemos socios ni empleados, generalmente no contamos con ese socio de responsabilidad dentro del negocio. Sin embargo, es posible siempre contar con alguien en quien apoyarnos, con quien conversar, o a quien rendir cuentas,
No hay otra opción, disciplina en el día a día es el curso a seguir.
Enfócate en tu sueño y trabaja con persistencia y constancia, disfrutando cada paso que das hacia el logro de tu objetivo. Con eso, lograrás la meta. Recuerda que la persistencia es una actitud que ayuda al emprendedor.